Bitácora 2 de oct. de 22. Uno, dos, tres, cuatro o más meses de Vagancia


¿Quién dijo que la vagancia es algo fácil? No lo es, sentarse por horas a divagar en lo más profuso de los pensamientos es una tarea que amerita de esfuerzo y dedicación. No todos los santos se han ido al cielo, hasta lucifer un día estuvo en el cielo. Creo que nunca he hecho este tipo de narración, contar una historia desde adentro, pasamos la mitad de nuestra vida en nuestro mundo interno. Ese que se materializa cuando soñamos, luego nos despertamos y ¡saz! Ya de nada nos acordamos. Por eso es importante escribir lo que soñamos, es nuestra vida, pasamos al menos 6 horas en sueño, 6 horas viendo la manifestación de nuestro mundo interno, de nuestro inconsciente, si queremos usar argot de psicoanálisis. Al menos esa es mi conceptualización de vagancia, podría hacer un resumen de como entrar en depresión, no tengo dinero, no necesito trabajar, muchos dirán ¨Que dichoso, esa vida la quisiera tener yo”, pero no es así, nunca las cosas son tan fáciles. Profe Checha ahora lo entiendo “Nada es fácil”, eso me dijo cuando le pregunté si la licenciatura en informática era difícil. Siéntase dichoso que saldrá en mi libro “Memorias de un vago ̈. Ja, ja, ja, ja, ja.

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Casi dos meses y puedo presumir que ya terminé de leer un libro, de los cien que tengo planeados en este medio año sabático, tal vez son más. Espero un día reírme de estas memorias. Si me preguntan cómo empezó todo esto, pues un día de mierda en el trabajo me hizo reflexionar “Si tuviera todo el día libre, tendría tiempo para estudiar y para sacar mejores calificaciones”. ¿Adivinan? Baje mi promedio, cuando trabajaba todo el día y regresaba a casa cansado, cuando me salió un grano en el ojo por estarme desvelando, en esa época alcancé las mejores calificaciones, en ese tiempo estudié más que en todo este mes y medio de vagancia, perdón, mes de dedicarme exclusivamente a mi carrera universitaria de fines de semana. Me sorprende, baje mis notas. Por eso si alguien está en este momento harto de su trabajo, si alguien siente que no le pagan lo justo, recuerden que no hacer nada es peor, y yo de todo corazón lo puedo decir. Extraño estar peleando con clientes de mierda, a ese grado. Es bonito estar un día o dos sin ni mierda que hacer, pero ya un mes la puta que te parió. Si alguien quiere saber cómo es estar en depresión, deje de trabajar un mes y dedíquese a no hacer absolutamente nada. Y felicidades, hola depresión.

 

Sí, la vagancia es un lujo que solo pocos podemos darnos, si usted no tiene ese lujo, acomódese, yo le explico a detalle para que pueda vivirlo desde su postura de lector. Dato interesante, lo ideal para mi hubiera sido escribir el 1 de octubre, para terminar el 31 de octubre, o antes, tal vez en mi bandeja de correo llegue un mensaje diciendo que tengo el trabajo de jefe de recursos humano con una buena paga, y eso me haga terminar antes. La cuestión es que empiezo el 2 de octubre, nótese la vinculación al hastío y al aburrimiento.






 






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