De amor y otras adicciones, psicoperspectiva

¿Qué pasaría si la pareja con la que estás fallece? ¿Cuánto tiempo tardas en reponerte? Si estás en tu veintena y tu pareja fallece, ¿Cuánto tiempo esperas para poder continuar con una nueva relación? ¿Qué tan malo es superar el duelo rápido? ¿Qué tan mal se ve recuperar tu capacidad para amar? 


Este ensayo trata sobre la película “De amor y otras adicciones”, no es necesario que la hayas visto, aunque mencionaré brevemente la sinopsis de la película, trataré a grandes rasgos algunos temas, que desde mi perspectiva, toca la película, y como el concepto de amor es maleable a las circunstancias y confundible ante la práctica del mismo, con otros conceptos. 


En esta película, Yeimi, el protagonista toma un rol de cuidador, tiempo después de que conoce a su novia, Maggie, en un hospital, donde él asiste para vender fármacos, y ella para continuar con su tratamiento de Parkinson. En un principio es un tipo con una pulsión libidinal increíble, liga y enamora a todas las mujeres que se le cruzan. Al comienzo su relación con Maggie es solamente de satisfacción sexual, pero poco a poco se da cuenta que existe un sentimiento más allá de la pulsión libidinal. Tienen diversos encuentros sexuales en los cuales, Maggie recalca una y otra vez que no puede pasar de eso, y se niega rotundamente al compromiso. Yeimi no logra separar el eros (pulsión de vida) con su capacidad de amar y sentir, y se enamora profundamente de Maggie. Por su parte Maggie, no quiere salir lastimada, ya que sabe que su condición ha provocado compasión en sus anteriores relaciones, por lo que huye al compromiso, aunque termina cediendo y enamorándose también de Yeimi.  La vida de ambos es monótona, Maggie trabaja en una cafetería, y Yeimi como visitador médico. 


Doblemos el término amor y que conlleva, un concepto tan abstracto, que se representa a través de un corazón, como metáfora de algo indispensable en la vida de los seres humanos, pero ¿Qué significa realmente amar? ¿Qué tan duradero es el amor? Cuando hablamos de estas interrogantes, es importante ser honestos, y dejar por un lado el ser políticamente correcto. La escena que más me atrajo de esta película fue cuando Maggie asiste a una convención de enfermos de Parkinson, padece esa enfermedad a sus 26 años, aunque aún está en etapa 1, Yeimi llega tiempo después a traerla, y en ese lapso de tiempo, él habla con un hombre anciano, esposo de una mujer con Parkinson, y este le dice, parafraseando el diálogo: “Huye, la enfermedad se roba todo de ella, su sonrisa, su energía, su ser, si me preguntarán si lo volvería a hacer, no lo haría jamás”. Esto conmueve a Yeimi, y le hace dudar muchas de las cosas que pensaba que podía sobrellevar con Maggie. Este punto de la película es muy importante, ya que pudieron pasar muchas cosas a raíz de esta escena. Yeimi pudo dejar a Maggie, y esto puede ser considerado un acto de amor, porque tuvo el valor de darse cuenta que su capacidad de amar no iba a ser lo suficiente para cuidar a Maggie. Obviamente el hilo de la historia siguió, y Yeimi cambió su deseo de amar y ser amado por Maggie, por el de que la vida de Maggie le sirviera de sentido de vida. 


¿El amor es realmente sobreponer nuestros propios deseos? Porque si es así, el objeto amado nos dota de sentido, y es lo que pasa en la película. Los protagonistas, Yeimi y Maggie se terminan enamorando, y sus encuentros casuales de sexualidad, llegan a convertirse en encuentros de amor, confianza y compromiso. Yeimi cambia su perspectiva, y comienza a buscar tratamientos para Maggie, lleno de esperanza de poder sanarla. En este punto de la película, la relación de los dos cambia, ya que Maggie cuestiona a Yeimi, echándole en cara que ella se ha convertido en su nuevo proyecto. Y es en este punto donde nos podemos dar cuenta, que el deseo de Yeimi es un deseo egoísta, ya que cambia sus metas, sus deseos, por el de deseo de salvar a Maggie, cuando ni Maggie busca insaciablemente este deseo, y en la búsqueda de encontrar una cura, la relación de los dos pierde el significado de amor, por una cuestión simple, pierde el significado de amar, porque Maggie ya no se siente amada, ya que ella dota de sentido a Yeimi, pero en esa línea delgada el amor pierde, porque ya no se trata de una atracción, o la búsqueda insatisfecha de sentir amor, sino la búsqueda de cumplir un propósito. 


Desde mi perspectiva, esta película realza subyacentemente el significado de amor. El amor es una torrentada de lluvia, gota por gota, conforma una tormenta, no cae como un solo elemento, sino divisiblemente, y divisiblemente conforma  un solo elemento. Esto es importante, porque cada gota puede representar un evento espontáneo, como Yeimi cuando conoció a Maggie, fue un evento casual, no planeado, al igual que cuando Yeimi se dio cuenta que Maggie no era una más, o cuando Yeimi se dio cuenta de la vulnerabilidad de Maggie a la enfermedad de Parkinson. Todos estos pequeños eventos conforman una sola experiencia cumbre, las gotas de lluvia pueden simbolizar el amor. Las gotas caen, y explotan, como cada pequeño evento que acontece en una cadena de causalidad, la cual en retrospectiva analizamos, y nos damos cuenta como nos llevó a esa persona. 


Maggie es muy susceptible a los intentos de Yeimi por intentar buscar un tratamiento que pueda salvarla, ella lo interpreta como una manera de negar quién es ella, de no aceptarla tal y como es. A lo cual, Maggie echa a Yeimi de su casa. Hay una cuestión muy importante acá, Yeimi estaba sufriendo por ser políticamente correcto, era obvio su miedo, al no poder encargarse de Maggie, el saber que su enfermedad empeoraría y entrarían las dudas de quedarse o irse, y antes de que eso acontezca, prefiere lidiarlo a través de la búsqueda de una cura o tratamiento para Maggie. 


Siempre los ojos se posan sobre el herido y no sobre quien lo acoge. Para esto Maggie exige un amor incondicional en Yeimi, un a pesar de mi enfermedad, y no un en medio de mi enfermedad. 

¿Cuándo se rompe esa línea delgada entre adoptar un sentido y amar? Porque el objeto amado se deja amar, desea ser amado porque lo merece, porque tiene características únicas que lo hacen sentirse merecedor de amor. No es ley que el amor sea recíproco, es un más “Debería serlo”, pero en la práctica, las masas predican que el amor debe dar y no esperar nada a cambio, y cuando esto sucede puede que no sea amor, sino adoptar un sentido, un propósito. El amor son gotas y gotas de lluvia sobre un bosque, que se moja por cada gota que salpica sobre su suelo. ¿Cuántas gotas de lluvia deben caer para ser amor? Porque el amor es espontáneo, una explosión imprevista. 


Amamos, más bien confundimos, y simplemente tratamos que las otras personas a nuestro alrededor nos doten de sentido, nos den el propósito por el cual dar un poco más. Satisfacen nuestro vacío. Entonces amar, es un momento, un momento de abrazo, de compañía, de pequeños detalles, que como Hansel y Gretel, dejan un camino, el cual seguir. Es un camino inexplicable, no infinito porque puede acabar, no siempre es en igualdad, siempre existe una flor, y un principito que la ama. El amor se experimenta y se siente, no se pretende, no se planea para agradar ni agradarse, surge como un acto espontáneo. 


Al final de la película Yeimi y Maggie quedan juntos. Maggie acepta su vulnerabilidad, y Yeimi acepta que llegará un punto donde Maggie necesitará más de él, que él de Maggie. En un principio podríamos creer que “El amor triunfo”, pero realmente Yeimi, un mujeriego, encontró una mujer que le dio sentido a su vida, algo que hizo que su superficial manera de vivir tuviera propósito, algo en qué luchar. Y Maggie encontró a alguien que puede llenar de sentido, a pesar de su inminente situación, ya que Yeimi acepta su condición y la adopta como un emblema para vivir. 


En el último diálogo, Yeimi dice “Conocemos miles de personas, pero solo una nos c…….” Existen miles de gotas, pero solo unas nos golpean más que otras.

 

Comentarios

Entradas populares