Un universitario mas dice....

Pase el día estudiando, estoy vendiendo helados y gomitas, para más información llamar al número celular que está arriba, arriba en el segundo nivel, donde mi cuarto oscila y se fusiona a mí todas las noches. Experimentó 19, destruyo los sueños de muchos. Experimento 20, pensaba que este año sí la pegaba, porque estoy en el país más bello del mundo, pero el más incomprendido del sector de la Vía Láctea. Ni el capitán Nemo ni Ned Lan podrán salvarnos ésta vez. Ojalá este bien tildado todo, ya es hora de dormir pero no podía dejar los cuadernos a un lado, esta vez el sueño es criminal, y no lo busca la policía, no es necesario, para eso lo busco yo. Sueño incógnito y depresivo, que mis labios quieren arrollarte al mar del pacífico y encontrarte en el atlántico. Cielo pasivo y virgen, como yo hace cinco años. Bitácora o caja negra, me da lo mismo, estoy en un circulo espacial llamado ansiedad, no es un trastorno compulsivo, mucho menos tengo bulimia, pero que creo que Erickson ya me arto, y Freud solo para sexo me busco. ¿Y qué estoy haciendo acá? debería estar con ella, ni me conoce ni yo la conozco, pero vive en mi mente, vaga y vacía al lado de las partituras que nunca aprendí, llena cómo los males de esta pandemia. Un encuentro conmigo necesito, no en los alpes suizos, más bien en la sierra de los Cuchumatanes, dónde siento que toco la espalda de Dios. Otro día paso, y mis pensamientos lóbregos en la caja de cristal, dónde nadie los leerá y mi amor jamás volverá.